Dueña de mi vida
Aquellos días de indiferencia deprimente
han pasado entre los aires sigilosos.
Aquel momento de dulzura permanente
es el día en el que entraste a mi mente.
Aquellos días de desconsuelo entristecido
han cesado por el coro de tu nombre,
aquel recuerdo, aquel delirio, aquel deseo
fue el instante en el que supe que te amaba.
Dueña de mi vida, dueña de mis días
rosa que despierta la agonía,
la agonía de besar tus labios tiernos
para así saber que estoy completo.
Francisco Javier Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario